Veo tus mismas pestañas en múltiples párpados, van de dos en dos, de par en par; parece que cualquiera que no seas tú es un espejo reflejando el pasado por el que ya he suspirado en múltiples ocasiones.
Te he tenido entre mis manos con múltiples vestuarios, he sentido el tacto de tus manos y me he estremecido al darme cuenta que es solo tu reflejo. Cuando sacudo la cabeza y parpadeo me encuentro con un rostro en anonimato, parece que ni siquiera me importa saber de quién es aquél rostro.
Tu cara de semi preocupada es un dibujo que veo en múltiples días hábiles de mi calendario, no puedo olvidar tan rápido la costumbre de reír después de ver aquella ceja levantada y esas muecas de tu boca. Es irónico cómo es más fácil acostumbrarse que desacostumbrarse.
Tus pestañas, que van de dos, de par en par, en otros párpados, me ilusionan; me hacen sollozar de forma vibrante por un breve segundo, imitando el agua; me hacen levantarme del sillón con un salto. Pero, cuando me doy cuenta de que no es tuyo aquel rostro, termina el exalto y mis ojos se van opacando.
Fecha de creación:
14 de mayo del 2025.
Tu rostro